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421. Enrique Esteban, alcalde de Fuentes Claras

La Tajadera (núm. 60-61), julio 2024

Hasta la fecha han desfilado por estas páginas diversos personajes de Fuentes Claras. Nombres de cualquier época o profesión, remotos y olvidados, pero que por cualquier motivo fueron relevantes. Y hoy nos toca hablar de su alcalde durante la Segunda República, Enrique Esteban Julve.

Nació el 5 de febrero de 1893 en una familia humilde. Labrador de profesión, casó con Virginia Bella Latorre y tuvieron cuatro hijos, residiendo en la Calle la Plaza, nº 13, en pleno centro urbano. Esteban se implicó activamente en la vida social del municipio, fue socio del Sindicato Agrícola Católico local y figura relevante en la vida política y social del pueblo, vinculado a formaciones políticas de izquierda.

Su figura emergió en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 (que dos días después supusieron la llegada de la República). Fue escogido concejal por las izquierdas, aunque fueron las derechas las más votadas; sin embargo, debido a diversas irregularidades, se repitieron los comicios y la izquierda se impuso. Así, Enrique Esteban fue elegido alcalde de Fuentes Claras el 31 de mayo de 1931. Desde entonces ostentó la vara de mando y entre sus iniciativas figuraron proyectos de gran importancia.

Así, bajo su mandato se impulsó la construcción de unas escuelas que sustituyeran las existentes, alojadas hasta entonces en espacios precarios e insalubres. El 8 de marzo de 1932 las obras salieron a subasta por casi 70 mil pesetas, cantidad que obligó a aumentar el presupuesto municipal gravando las rentas más altas y que se tradujo en un incidente, digamos, sorprendente.

El 7 de octubre de 1932 un grupo de mujeres asaltó el Ayuntamiento para oponerse al cobro que financiaría las nuevas escuelas. Todas ellas eran parientes de familias pudientes y, ante la negativa del alcalde montaron en cólera, desbordaron las fuerzas del orden y el alcalde fue amenazado y agredido. Tuvo que intervenir la Guardia Civil para controlar la situación, permaneciendo allí durante varios días. Cuatro de las mujeres fueron procesadas, siendo finalmente absueltas. El suceso trascendió el ámbito local y apareció en los medios escritos de toda España.

Pese a todo, las escuelas siguieron adelante. El 2 de octubre de 1933 el BOE publicó el proyecto, diseñado por el arquitecto provincial Juan Antonio Muñoz Gómez, y se aprobó una subvención de 40.000 pesetas. Sin embargo, no se terminó hasta los años cuarenta y fue derribado en 1990 para construir el actual pabellón multiusos.

Después de las elecciones generales de 1933 hubo un cambio de gobierno. Entonces los gobernadores civiles provinciales podían destituir y nombrar alcaldes sin tener en cuenta las mayorías de cada municipio. Muchos fueron sustituidos; pero Esteban siguió en su puesto, al tratarse de un municipio pequeño y sin importancia estratégica, permaneciendo así como alcalde hasta el final de la República.

Otra iniciativa destacable fue el impulso que Enrique Esteban dio desde marzo de 1936 a la parcelación de tierras pertenecientes a grandes propietarios. Proceso socialmente difícil y convulso, ya que en una ocasión los parceladores fueron detenidos por la Guardia Civil y hubo altercados en la manifestación de apoyo a los detenidos.

Después del golpe de estado el alcalde permaneció en Fuentes Claras, esperando noticias. Al cabo de seis días, confirmado el triunfo del golpe militar en la zona logró escapar a la zona republicana, donde permaneció hasta el final de la guerra. Acabada la Guerra Civil fue detenido el 11 de abril de 1939 y recluido en el Monasterio de San Miguel de los Reyes (Valencia), entonces habilitado como prisión.

Esteban fue juzgado, acusado de “actividades antipatrióticas y contrarias al Movimiento Nacional” y condenado a 12 años de cárcel. Además, le fueron expropiadas sus tierras y se le impuso una multa de 10.000 pesetas. Más adelante fue liberado e incluso volvió a Fuentes Claras, viviendo anónimamente y apartado de la actividad pública. Murió el 13 de mayo de 1968, a los 75 años.

Hoy, pese a ser el único alcalde durante la República y sus esfuerzos por hacer de Fuentes Claras un lugar mejor, próspero y habitable, la figura y legado de Enrique Esteban Julve aún permanecen en el olvido. Al menos, hasta hoy.