El Comarcal del Jiloca (num. 617), 20 de enero de 2023
Manuel García Gargallo es doctor en Historia Contemporánea, reside en Mallorca y su madre era de Fuentes Claras. A través de internet, la prensa y la investigación ha encontrado la manera de conservar el vínculo con su tierra de origen, haciendo aportaciones que la convierten en un lugar más atractivo
Quienes nacimos lejos del Jiloca conservamos su recuerdo de algún modo. Antaño contactábamos durante los veranos, pero hoy las nuevas tecnologías permiten mantener el vínculo sin hacer acto de presencia. Y permite aportar, en la distancia, aquello que de algún modo nos ha dado.
Mi madre era de Fuentes Claras. Emigró a Barcelona en los años 50 donde nací, en 1973. Allí viví, estudié y la vida me llevó a Mallorca por motivos laborales, logrando labrarme un recorrido como escritor y divulgador sobre temas locales. Pasa el tiempo, nuestros seres queridos se van y afloran los recuerdos con intensidad. Así surge la necesidad de corresponder a aquellos orígenes, aportar algo aun en la distancia, como un modo de mantener un vínculo que, pese a la distancia, sigue ahí.
Residiendo a 500 km de Fuentes Claras poco podía hacer en labores agrícolas o ganaderas, pero sí a través de mis estudios y habilidades: escribir, investigar y divulgar. Con ayuda de las nuevas tecnologías, que bien usadas son una herramienta muy útil.
El primer paso lo di en Wikipedia, la enciclopedia digital. En la entrada dedicada a Fuentes Claras desarrollé y amplié todo su contenido, desde todos los enfoques posibles: toponimia, geografía, historia, demografía, comunicaciones, economía, símbolos, servicios, tradiciones, gastronomía o personalidades. Así pretendí dar una panorámica lo más ordenada y detallada posible del pueblo, a disposición de cualquiera en cualquier lugar, desde un punto de vista enciclopédico y científico. De acceso fácil, lectura asequible, mantenimiento gratuito y actualizable en cualquier momento.
El segundo paso consistió en profundizar en temas más relacionados con mi formación: historia, cultura y patrimonio. Además, bastantes contenidos ya estaban disponibles en Internet y una de las principales fuentes fue la revista Xiloca (del Centro de Estudios del Jiloca), donde tuve acceso a contenidos que, pese a estar trabajados, necesitaban mayor difusión.
Por otro lado, necesitaba un medio en papel para llegar al público que no se mueve en el mundo digital. Lo encontré en La Tajadera, revista fundada por Manel Marina en 2017 en la que salieron una quincena de artículos… y aún no he acabado. Mi idea inicial era abordar los principales bienes históricos y patrimoniales del pueblo: la Iglesia y las ermitas, la Casa Grande, el Molino… pero un tema me llevó a otro, descubriendo muchos otros elementos de valor: la muralla medieval, la cantera de piedra, el yacimiento romano, el palomar circular, el Camino Real, las pesqueras… algunos maltrechos, desaparecidos o escondidos; pero igualmente valiosos. Luego di el salto a la prensa (El Periódico de Aragón y Diario de Teruel), con artículos sobre los mismos temas, que sirvieron para que el nombre de Fuentes Claras trascendiera el entorno comarcal.
Otro objetivo fue hallar personalidades destacadas. Las calles del pueblo responden a nombres de lugares y santos; pero ninguna persona. Y las hay; de entidad suficiente, aunque solo sea a nivel local. Por ejemplo, Miguel Gómez y Cabello, autor de los Gozos a la Virgen del Pilar y primer enterrado en la cripta de la Basílica (1763).
Todo esto me sirvió para abordar (y descubrir) más de veinte elementos destacados de Fuentes Claras, mucho más de lo previsto. Con el fin dar relevancia al patrimonio local, su atractivo y su diversidad, para convertir el municipio en un lugar atractivo para visitantes y, cómo no, para sus propios residentes.
Finalmente, el pasado 28 de agosto tuve la oportunidad de dar una charla sobre mis actividades en el Ayuntamiento de Fuentes Claras. Fue emocionante, un honor y un privilegio poder hablar en la sala consistorial, sentir el agradecimiento y el cariño de los fuentesclarinos. Y comprobar que mis aportaciones, pese a la distancia, suman para contribuir a un futuro más esperanzador para Fuentes Claras.
Con esta dedicación he pretendido aportar lo posible desde mis posibilidades. Una necesidad nacida desde la distancia, sin caer en la nostalgia y mirando al futuro. Vaya, sobre todo, como homenaje a mi madre: Humildad Gargallo Lázaro (1936-1998), enterrada en el cementerio del pueblo que la vio nacer.