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300. El Centro de Comunicaciones de Fuentes Claras (Calamocha-VOR)

La Tajadera (núm. 35), marzo de 2022

En las afueras de Fuentes Claras, en el lado opuesto a la carretera general y tocando a la autovía se encuentra el Centro de Ayuda para la Navegación Aérea y Observatorio Meteorológico Calamocha-VOR, instalación construida en 1959 para las comunicaciones aéreas que también desempeñó funciones como observatorio meteorológico durante 25 años. En sus instalaciones tuvo lugar hace casi seis décadas un hito histórico: el registro de –30 ºC de temperatura, récord de frío en zonas pobladas de España, el 17 de diciembre de 1963.

Los orígenes del centro de comunicaciones se remontan al antiguo aeródromo militar de Calamocha, construido en 1928. Sus instalaciones albergaron hasta principios de los años 60 un aerofaro y un observatorio meteorológico, empleados sobre todo para informar al tráfico aéreo sobre las condiciones atmosféricas en la zona, ubicada estratégicamente en el pasillo aéreo que une Madrid y Barcelona.

Con el tiempo las instalaciones quedaron obsoletas, y en los años 50 el Ministerio del Aire emprendió la construcción de un nuevo centro para la navegación aérea más moderno y capaz. Pero se decidió cambiar su emplazamiento y situarlo cinco kilómetros más al Sur, en Fuentes Claras, lugar de mayor altitud y más favorable para las comunicaciones por radio con el tráfico aéreo. Así se concibió el nuevo centro de comunicaciones en Fuentes Claras, que entró en funcionamiento en 1959.

La instalación fuentesclarina incluía una estación de comunicaciones y un radiofaro omnidireccional (VOR), que como en Calamocha sirvieron para el control de comunicaciones y asistencia al tráfico aéreo. A principios de los años 60 se incorporó el observatorio meteorológico que continuó la labor que ya se realizaba en el aeródromo de Calamocha y poco después, el 17 de diciembre de 1963, se registró el famoso récord de frío de –30 ºC, hito no superado en mediciones posteriores. Dos monumentos, una placa en Calamocha y un monolito en Fuentes Claras, recuerdan aquella efeméride.

Más de 60 años después sigue en servicio en Fuentes Claras el centro de comunicaciones, el radiofaro omnidireccional (VOR) y el equipo medidor de distancia (DME), gestionado por AENA. Eso sí, con el añadido de unas modernas instalaciones totalmente automatizadas. No así la estación meteorológica, que en 1985 retornó a Calamocha y hoy está situada al norte del núcleo urbano, cerca de la Ermita de San Roque.

El Centro de Comunicaciones se sitúa en uno de los tres vértices del denominado Triángulo del Frío (los otros dos son Teruel capital y Molina de Aragón), así llamado no sólo por el récord de –30 ºC registrado en 1963, sino por la frecuencia de temperaturas inferiores a –20 ºC registradas año tras año. De hecho, la zona es considerada como el polo del frío español, con recurrentes episodios de frío extremo, que han servido para bautizarla con ese nombre.

El periodista y especialista en divulgación científica Vicente Aupí ha estudiado en detalle este fenómeno. Dada su posición orográfica, la zona está muy desprotegida frente a los vientos de componente norte (en especial el temible Cierzo) y carece de barreras montañosas con entidad suficiente que la protejan. A lo que hay que añadir su elevada altitud, entre 900 y 1.000 metros, y a su forma de fosa donde los flujos de aire frío quedan estancados durante varios días.

De todo ello es testigo el viejo edificio del centro de comunicaciones en Fuentes Claras, que sigue en activo, aunque entre sus funciones actuales ya no figure la de observatorio meteorológico.