La Tajadera (núm. 34), febrero de 2022
En las afueras de Villalba de los Morales, actual pedanía de Caminreal, todavía son visibles los restos de la degradada y olvidada Ermita de San Bartolomé. Se halla en una curva de la carretera que va desde Villalba a Caminreal y Fuentes Claras, justo después de salir de Villalba, a mano derecha.
Se trata de un edificio levantado en el siglo XV de estilo mudéjar, pequeño pero de estructura recia y monumental. Consta de una sola nave, dividida en tres tramos por dos arcos perpiaños. El edificio fue realizado en mampostería y cantería; y el techo, a dos aguas. La entrada, una sencilla puerta, se encuentra a un lado del edificio.
Desgraciadamente la ermita se encuentra en un estado de degradación muy avanzado. Al estar situada en una ligera elevación del terreno aún es visible, desde la carretera, el gran arco cegado presente en uno de los extremos del edificio (el otro casi ha desaparecido), así como los recios contrafuertes laterales que dan al conjunto una estética totalmente atípica. Del techo, dependencias interiores y mobiliario nada queda, presa de la dejadez y el expolio. Sin embargo, aún puede verse en su interior un curioso elemento. Se trata de dos pinturas de leones sobre fondo negro, ubicadas en lo que debió ser el ábside de la Ermita y de las que desconocemos su significado.
Quien escribe estas líneas recuerda que, hace unos años, podía verse una placa de mármol en una de las paredes interiores del edificio que conmemoraba la visita de una alta dignidad de la época. La fecha señalada podría ser mediados del siglo XIX, lo cual coincide con uno de los viajes que la reina Isabel II hizo por tierras de Aragón en 1860. Lamentablemente la placa se ha perdido o fue expoliada, pues no quedan restos de ella.
Es muy posible que la Ermita diese origen y nombre a una de las tradiciones más antiguas del vecino pueblo de Fuentes Claras: la Romería de San Bartolomé. Se celebra el segundo domingo de mayo (nada que ver con la festividad del santo, fijada el 24 de agosto), la organiza la Cofradía de la Sangre de Cristo y las referencias más antiguas datan de 1674.
La procesión sale de Fuentes Claras a las ocho de la mañana. Los cofrades salen hasta la Ermita de San Salvador, en el barrio fuentesclarino de San Salvador (el Santo), acompañados por los fuentesclarinos y a partir de ahí siguen solos en procesión hacia Villalba, donde son recibidos por los villalberos. Antaño la procesión acababa en la Ermita que le dio nombre, pero hoy no es posible por culpa de su avanzado estado de degradación.
La Romería de San Bartolomé sigue siendo un acto popular y de vínculo atávico entre Villalba y Fuentes Claras; pero sus orígenes, motivados en la ermita mudéjar que le dio nombre, han quedado reducidos a escombros. Un patrimonio perdido más por culpa de la despoblación.