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288. «Se inaugurará antes la Sagrada Familia que el Canódromo»

Diario de Mallorca, 11 de diciembre de 2021

Texto: Matías Vallés

Manuel García Gargallo (Barcelona, 1973) es doctor en historia por la Universitat de Barcelona e interino de la CAIB. Estudió a fondo el Velódromo Tirador y ahora el Canódromo «para integrarme en la sociedad mallorquina». Ha publicado ‘El Canòdrom Balear: Una història del llebrer a Palma’

P Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Se inaugurará algún día el parque del Canódromo de Palma?»
R Espero que sí pero, a este paso, se inaugurará antes la Sagrada Familia que el Canódromo. Está terminado hace medio año, pero siempre surgen imprevistos.

P Cuatro años de reconversión son muchos.
R Ha habido pausas justificadas, como el descubrimiento de un ramal de la Font de la Vila de los siglos X-XI, que es un tesoro de valor incalculable, superior al dibujo de la pista. Algo pasa ahora, por motivos que desconozco.

P ¿Debería haberse preservado el recinto íntegro?
R No. Conocí el Canódromo lleno de maleza, cuando ya habían derribado los edificios y graderíos sin valor patrimonial. La preservación del dibujo de la pista y de los tres arcos de la entrada es la correcta.

P ¿El galgo es el rey de la creación?
R Es un animal extremadamente amigable. Hay que ser muy inocente para correr una y otra vez detrás de una liebre de trapo.

P Siempre he pensado que los galgos sabían que la liebre era falsa.
R Aunque fuera así, se dejan llevar por su impulso genético. También se hacen competiciones con liebres reales al aire libre. Perseguirlas da sentido a su vida, complacen a sus amos.

P ¿Los galgos eran maltratados?
R Me han contado muchas cosas, que los perros vivían hacinados, que eran sacrificados de forma violenta atándolos a un árbol para que se estrangularan, que se les maltrataba. A diferencia del hipódromo, cualquier persona podía criar galgos, y no todos eran rentables.

P El animalismo trinará con esta entrevista.
R He estudiado la relevancia social del Canódromo, en ningún momento se me ha pasado por la cabeza recuperarlo. No es necesario, aunque las carreras de galgos se mantienen con fuerza en el Reino Unido. 

P ¿El Canódromo era el Hipódromo de los pobres?
R Eso me dijeron, era una frase que circulaba. Las apuestas eran más económicas y asequibles para cualquier público. Por eso fue tan popular, además de estar emplazado más cerca del centro y de su transversalidad. Las carreras de caballos satisfacían el ocio de las clases privilegiadas.

P ¿Timoner era el galgo del Velódromo Tirador?
R En cierta manera. Le dio una proyección internacional a un Velódromo que fue el mejor de España. El Tirador equivalía al Bernabéu o al Camp Nou, todos los ciclistas querían ganar ahí. Y se mantuvo en la cima desde 1903 hasta la inauguración de Anoeta en 1965. En ese periodo, me atrevo a decir que el ciclismo en pista era tan o más importante que el fútbol en Mallorca.

P ¿En el Velódromo también se apostaba fuerte?
R Las apuestas eran un poco más caras en el Velódromo, pero tenían un público común con el Canódromo. En Mallorca se juega mucho, es casi enfermizo, todavía hay peleas de gallos.

P Todos los deportes son hoy excusas para apostar.
R Cuando tenías que desplazarte al lugar de la competición, las apuestas eran una ludopatía limitada. Ahora puedes hacerlo en todas partes, tú y un chaval de doce años. Es una adicción peligrosa que se puede controlar, pero no eliminar.

P La famosa Falca Verda se propuso hace más de un siglo.
R El plan Calvet es de 1901 y ya sale como zona verde, Palma lleva 120 años esperando. Con la urbanización le fueron comiendo cachos, algo inevitable. Lo único que queda es el Parc de sa Riera, una parrilla para asarte en verano.

P Habla usted del sueño irrealizable de incorporar es Fortí al gran bosque urbano.
R Lo veo bastante difícil. Los militares tienen el Club muy bien cuidado, y me parece difícil que lo suelten para permutarlo con otro solar. Por tanto, el conjunto del Canódromo/Velódromo será autónomo y único.

P Es de Arca, ¿también hay que preservar sa Feixina?
R Personalmente, me produjo repulsa cuando lo conocí con todas las inscripciones. Tras la limpieza, lo veo inexpresivo, lo encuentro desproporcionado y feo pero no agresivo. Desubicado, como reliquia de un pasado despreciable, puede conservarse si se deja claro cómo y por qué se hizo.

P Tras el Velódromo y el Canódromo, ya solo le queda el Jai-Alai del Paseo Mallorca.
R El Frontón Balear era de Gaspar Bennàzar y Jaume Aleñar, pero el problema es que no queda nada. En 1978 fue derribado, para levantar un edificio espantoso. En cambio, en el Velódromo y el Canódromo se podía rescatar algo del fenómeno social.

P ¿Qué toque final echa de menos en la conversión del Canódromo?
R Me gustaría que en el futuro levantaran allí una estatua al galgo desconocido. No a un campeón, sino a los cientos de perros que compitieron en la pista.