La Tajadera (núm. 28-29), julio-agosto de 2021
En sus primeros tiempos Fuentes Claras fue población de frontera y tuvo gran importancia como punto estratégico de defensa militar, primero con los reinos musulmanes (siglo XII) y después con la Corona de Castilla (siglos XIII-XIV). Para ello fue construida una Ciudadela, de la que actualmente apenas quedan restos y que casi pasan desapercibidos; pero tuvo un papel clave para la supervivencia de la población en sus primeros tiempos.
Se calcula que la Ciudadela se levantó en tiempos de Jaime II de Aragón (1291-1327) como punto de vigilancia y defensivo, cercano a la frontera entre las coronas de Aragón y Castilla. Las hostilidades estallaron a mediados del siglo XIV en la denominada Guerra de los Dos Pedros, llamada así por los respectivos reyes de Castilla y Aragón, librada entre 1356 y 1369.
Sabemos que Pedro IV de Aragón ordenó en 1361 llevar a cabo obras en la Ciudadela para hacer frente a los castellanos, no sabemos si para repararla a causa de una escaramuza anterior o simplemente para reforzarla. A raíz de dicho conflicto quedó muy maltrecha, se llevaron a cabo obras de restauración y se construyó una torre de vigilancia; de este momento serían los vestigios de las construcciones que vemos hoy.
A partir del siglo XV Fuentes Claras perdió su función como enclave fronterizo de defensa y la Ciudadela perdió su razón de ser. Así, el espacio y su recia estructura constructiva fueron reaprovechados para construir el templo parroquial del pueblo; pero no desapareció del todo.
Hoy sobreviven dos elementos de la Ciudadela original. Por un lado parte del muro defensivo, de unos 30 metros de longitud por cuatro metros de altura, en forma de ele. Destaca por sus monumentales sillares, idóneos para finalidades defensivas. Dentro del recinto, y a un nivel más elevado, se construyó la actual Iglesia de San Pedro. Ésta ya existía en el siglo XVI, reciclando construcciones internas de la fortificación.
Por otro lado también es identificable la torre de vigilancia, reconvertida en campanario de la Iglesia. Fue construida en mampostería y reforzada con sillares en las esquinas, cerrándose sus saeteras y perdiendo sus almenas. El vistoso chapitel que la corona es muy posterior, de finales del siglo XVII.
Así, tanto el muro circundante del templo parroquial como la base de su campanario es, a día de hoy, uno de los vestigios más antiguos de Fuentes Claras y se remontan a sus orígenes como enclave fronterizo, allá en el siglo XIII.