La Tajadera (núm. 27), abril-mayo de 2021
Fuentes Claras tiene hasta cuatro ermitas que son símbolo y legado de la devoción popular de sus habitantes durante siglos, complementando la presencia de su recia Iglesia de San Pedro. Son muy diferentes y se remontan a épocas muy distintas —nacieron en cuatro siglos diferentes—, pero merece la pena destacar la importancia histórica, cultural y patrimonial de todas ellas. Aquí las tenemos:
Ermita de la Virgen de los Navarros. Se trata de la ermita más antigua del pueblo, pues ya se documenta en el Siglo XVII. Su nombre original era de Virgen de la Fuente, en alusión al curso de agua que riega la huerta cercana. Sobre su cambio de nombre existen varias versiones, aunque la más extendida cuenta que unos navarros robaron la imagen de la virgen y, ya lejos del pueblo, comprobaron que ésta había desaparecido y había retornado milagrosamente a la ermita.
Se ubica en las afueras del municipio, al lado del antiguo Camino Real (hoy carretera general), siendo por ello muy visitada desde los inicios. Fue construida en mampostería, consta de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos y adosado un cuerpo lateral. Su cabecera es poligonal y tiene decoración de estucos. La puerta es lateral, de arco de medio punto de ladrillo bajo un friso de esquinillas y coronada por una imagen de la virgen en cerámica contemporánea.
En 1789 el religioso local Joaquín Ibáñez de Jesús María (1738-1809) le dedicó un novenario de devoción, que todavía se recuerda. Hoy día la ermita goza de un frondoso merendero en los exteriores.
Ermita de San Ramón Nonato. Es una edificación de pequeñas proporciones, sencilla y humilde, construida en sillería. Sabemos que en 1726 fue donada al ayuntamiento por quienes la levantaron, por tanto puede ser datada hacia principios del Siglo XVIII. Fue construida aisladamente en lo que antaño era el cruce de caminos hacia Calamocha y El Poyo, en las afueras del pueblo, y a su alrededor surgió luego el barrio al que dio nombre.
Consta de una sola nave con una sala rectangular, un ábside poligonal poco pronunciado cubierto por una bóveda de arista y tejadillo a dos aguas. La entrada presenta un arco de medio punto de sillería, antaño enlucido y redescubierto después de los trabajos de restauración a los que fue sometida.
Ermita de San Salvador. Edificación de pequeñas dimensiones, también conocida como El Santo, construida en el antiguo camino (hoy carretera local) a Caminreal y Torrijo del Campo. Posteriormente creció a su alrededor la pedanía a la que dio nombre y que creció especialmente con la puesta en funcionamiento de la Estación de Caminreal-Fuentes Claras en 1933. Su origen es todavía incierto, pero puede datarse a lo largo del Siglo XIX.
Fue construida en piedra. Consta de una sola nave, con tejado a dos aguas, y fachada enlucida. La entrada presenta un sencillo arco rebajado, sobre el que se dispuso una fila de ladrillos colocados al tresbolillo. Como San Ramón, es un conjunto muy sencillo, debió nacer por iniciativa de devotos particulares y vio nacer un núcleo urbano a su alrededor.
Ermita de San Marcos. Es una construcción muy moderna, pues fue inaugurada en 1988. Se ubica en lo alto de una de las lomas de la Sierra de Valdellosa, a unos 5 km del núcleo urbano. Actualmente es el lugar de destino de la romería popular que se celebra en abril y que antes se dirigía a la ermita de San Esteban, en El Poyo.