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225. La eclosión de la música de cine en Balears. Los 30 años de ABABS

Diario de Mallorca, 13 de febrero de 2020

El pasado viernes 24 de enero finalizaron en Palma los actos conmemorativos del trigésimo aniversario de la asociación ABABS (Asociación Balear de Amigos de las Bandas Sonoras), fundada en 1989 y pionera en la difusión y divulgación de la música cinematográfica en las Islas. Tuvo lugar en el auditorio del Conservatori Superior de Música con un concierto de la Banda Municipal de Música de Palma, que ejecutó una selección de dos de los principales compositores del séptimo arte: Bernard Herrmann (1911-1975) y Jerry Goldsmith (1929-2004).

El acto fue muy bien recibido por el público, pues el aforo del auditorio se llenó completamente y la selección de piezas muy aplaudidas: Ciudadano Kane, Vértigo, Star Trek, El planeta de los simios o Desafío total, además de Patton como bis final y la sintonía de ABABS compuesta por el exsubdirector de la Banda, Ramón Juan. A ello hay que añadir la dificultad de arreglar obras orquestales para banda, difícil papeleta superada gracias a la audacia del subdirector de la Banda, Ximo Esteve —quien dirigió el concierto— y del compositor Enrique Pastor. La velada fue un éxito tanto artístico como de público gracias al excelente nivel musical mostrado por la Banda Municipal en todos los registros abordados y confirmando que es uno de los mejores conjuntos de España, extremo nunca suficientemente valorado.

ABABS ha tenido como finalidad la difusión y divulgación en todo lo relacionado con la música cinematográfica a un nivel accesible para todos los públicos. Durante sus tres décadas de vida ha organizado todo tipo de eventos que no hacían sino avanzar un proceso inevitable: la incorporación al repertorio tradicional de la música cinematográfica, del mismo modo que ha sucedido en la historia con autores y géneros antaño denostados o infravalorados y hoy plenamente aceptados.

La asociación siempre insistió en reivindicar la música de cine como un género adulto y maduro, que ha de prescindir de etiquetas reduccionistas como considerarla música para niños, ligera o de aventuras, o verla como mera comparsa de la imagen sin valor por sí sola —algo que nunca se achaca a la ópera—. Por tanto, no hace sino pronosticar un fenómeno que ya es una realidad: la mayoría de edad de la música de cine, un género más que centenario y que reivindica su lugar en el repertorio en plena igualdad con otros géneros.

La asociación ha celebrado exposiciones y conferencias, charlas y lecciones magistrales, mesas redondas, así como la piedra angular de sus actividades: los conciertos, que han contado con la participación decisiva, entre otros, de la Federació Balear de Bandes y la propia Banda Municipal de Música de Palma, que ya interpretan con frecuencia piezas cinematográficas con absoluta normalidad; sea en programas de estilos variados, sea mediante conciertos monográficos como el pasado viernes.

Baste recordar, a modo de ejemplo, los dos conciertos ofrecidos recientemente por la Orquesta Filarmónica de Viena con música de John Williams (1932), en el Musikverein de Viena y con el propio compositor al frente, que han supuesto el debut de la orquesta más prestigiosa de Europa en el mundo cinematográfico y el reconocimiento tácito de un género que ha llegado para quedarse. A ello hay que unir las giras del propio Williams y otros autores consagrados con sus orquestas respectivas por todo el mundo, aunando calidad musical y éxito de público, como Ennio Morricone o Lalo Schifrin, así como los ya desaparecidos Elmer Bernstein, Henry Mancini o Jerry Goldsmith.

Sin embargo, a nivel nacional aún queda camino por recorrer. La misma Orquestra Simfònica de Balears, aunque ha protagonizado algunas veladas con música de cine, aún no la ha incorporado a su temporada regular asumiendo que todavía es un género que merece trato aparte como “conciertos infantiles” o “familiares”? cuando gran parte del público es adulto y con una proporción infantil muy similar a otros conciertos. Por otro lado, en España ya existen dos orquestas dedicadas a la música de cine: la Film Symphony Orchestra (FSO), creada en 2011, y la Universal Symphony Orchestra, en 2014. Dichas orquestas, especializadas en dicho género, saben vestirlo de una estética apropiada y nada convencional, que aún hacen el producto más atractivo y espectacular visualmente, pero sin perder un ápice de calidad artística. La expectación levantada por la venida de la FSO a Mallorca, prevista para inicios de febrero, confirma la creciente demanda existente.

Presidida por Joan Arbona, ABABS ha sobrevivido con pocos recursos pero mucha perseverancia gracias a la dedicación desinteresada de sus miembros, seguidores y colaboradores e invitados. La buena respuesta recibida, culminada con el concierto del pasado viernes, demuestra que el camino iniciado en 1989 era el correcto y que su actividad, inicialmente por y para un grupo de amigos aficionados al cine, no hacía sino avanzar un fenómeno cotidiano y normal dentro del arte musical a lo largo de los siglos: la mayoría de edad de un género musical que, tarde o temprano, iba a conseguir los galones de género clásico de nuestra contemporaneidad. Como antaño lograron la ópera o el vals, la zarzuela o la opereta, y autores como Wagner, Bernstein, Mahler, Debussy, Gershwin, Stravinsky y muchos más, denostados o despreciados en vida y hoy asumidos como parte del curso del ser humano a través de la expresividad artística, que no son sino parte de su identidad cultural y su tiempo.