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202. «Puse mi granito de arena en la salvación del velódromo de Tirador»

El Mundo-El Día de Baleares, 3 de marzo de 2019

Texto: Tomeu Maura

Investigador de los orígenes del deporte. «Siempre he sido consciente de que bucear en la historia del deporte es un arma de doble filo» - «Buena parte de los aficionados comunes viven al día y no valoran lo que ha sucedido en el pasado de sus clubes, por muy importante que sea» - «En el futuro me gustaría dedicarme a la músia clásica, que ha sido desde siempre mi gran pasión»

Escribir sobre la historia del deporte es un ejercicio de fe y entusiasmo. Hacerlo sobre la historia del deporte balear es todavía más ejemplar. Manel García Gargallo (Barcelona, 1973) es licenciado (1996) y doctor (2002) en Geografía e Historia por la Universitat de Barcelona (UB). Reside en Mallorca regularmente desde 2005. Sus trabajos de investigación se han centrado en temas de historia del deporte de Baleares, especialmente sobre fútbol y ciclismo.

Ha publicado un total de cuatro libros: Els origens de l’Atlètic Balears (1920-1942). Dels inicis a la fusió (Lulú, 2013); 100 anys del Club Deportiu Consell. 1918-2018, en colaboración con Miquel Vidal Perelló (Graficmon, 2017); El velòdrom de Tirador. Una història de l’esport a Mallorca (Illa, 2018) y Campeonatos regionales de Baleares. Orígenes y desarrollo. 1900-1940 (CIHEFE, 2018). Tiene un quinto trabajo sobre el fútbol balear de 1900 a 2010, que publicará la Fundación de la FFIB en un futuro. Colabora regularmente con la prensa local mallorquina y ha hecho incursiones puntuales en radio y televisión sobre estos mismos temas; además de música clásica, su otra gran afición.

Pregunta.- ¿Cómo fueron sus inicios en la investigación deportiva?
Respuesta.- Mi interés por la investigación deportiva fue totalmente casual. Después de acabar el doctorado en Barcelona, en 2002 (nada que ver con el deporte, ni con Mallorca) no había vuelto a investigar. Ya establecido en Palma por motivos laborales, hacia 2008 conocí a un grupo de aficionados del Atlètic Balears; entonces el club acababa de ascender a Segunda B y poco después se presentó un libro interesantísimo sobre su historia. Asistí a su presentación en 2009 y empecé a interesarme por el tema, a la sazón incompleto en sus primeras décadas, después de leer el trabajo. Además, vi que el club se había implicado mucho en el proyecto, lo cual me decidió a abordar el tema si un día volvía a investigar porque sería bien recibido. Noté que volvía a tener ganas de investigar y ya tenía el motivo para ponerme a ello; faltaba encontrar el momento adecuado.

P.- Entonces, ¿cuándo empezó a investigar?
R.- La oportunidad me llegó en 2011. Por culpa de la crisis me quedé sin trabajo y necesitaba distraerme. Hice un trabajo intensivo durante meses, investigando los orígenes del club balearico, empleando mi propio tiempo libre y dinero (jamás pedí un euro por ello); durante el proceso descubrí un mundo deportivo en la isla apasionante, por descubrir aún y con muchas posibilidades. Vi que había mucho por investigar y fui tomando apuntes de todo aquello que me llamaba la atención y que luego me serviría para desarrollarlo en posteriores trabajos.

P.- ¿Cómo fue recibido su trabajo sobre el Baleares?
R.- En 2012 el libro ya estaba listo. Estaba entusiasmado, puesto que había hallado el verdadero origen del club, que se remonta a 1920. Pensaba que un dato así sería acogido con entusiasmo, puesto que complementaría los libros publicados en 2009 y 2011; pero para mi sorpresa, la actitud fue diametralmente diferente y mostraron una indiferencia absoluta con mi trabajo y mi persona. Pensé que el desconocimiento del tema era la causa, pero con el tiempo me di cuenta que era una cuestión más de capelletes, es decir, no bastaba con hacer un buen trabajo: también era necesario estar bien conectado, algo que no me llamaba en absoluto. Lo mío es investigar y escribir, no intrigar, y creía que bastaba con hacer un trabajo riguroso y documentado. Si el libro lo hubiera escrito un aficionado de toda la vida, el trato habría sido muy diferente y el Baleares habría aceptado 1920 como fecha de origen casi inmediatamente; pero yo era un elemento externo, por no decir foraster. Gente y actitudes que apoyaron la salida de los dos primeros libros, conmigo desaparecieron. Fue una decepción enorme.

P.- ¿Cómo encajó la mala recepción de su libro?
R.- Como seguía sin empleo, en 2013 tuve que abandonar la isla y volver a Barcelona. Allí autoedité el libro para que no quedase inédito: vendí más de 100 ejemplares (y aún se sigue vendiendo), aunque el club siguió despreciando mi trabajo. Eso sí, me llevé el material histórico que había recopilado y empecé a desarrollar otros temas de investigación, en especial dos: el Velódromo de Tirador y el fútbol balear. Ambos los fui perfilando muy lentamente, ya que entonces mis circunstancias personales no eran las mejores (aparte de seguir sin trabajo) y ya no tenía a mano las fuentes de documentación originales.

P.- ¿Qué temas abordó a partir de entonces?
R.- Entonces empecé a publicar artículos en la revista Lluc gracias a su entonces director, el profesor de la UIB Pere Fullana; también en Cuadernos de Fútbol, revista digital sobre historia del fútbol español de CIHEFE, y empecé a colaborar en la prensa local mallorquina abordando temas de historia del deporte. Ello me ayudó a dar a conocer mis trabajos y adquirir soltura divulgativa. Además, en colaboración con la Fundación de la FFIB empezó a gestarse un libro de historia del fútbol balear de 1900 a 2010, redactado en equipo y también dirigido por Pere Fullana, a partir de mi trabajo; pero el proceso se alargó más de la cuenta y aún está pendiente de salir. Este tiempo fue un periodo más bien oscuro y de maduración, pero necesario para llegar a buen puerto.

P.- Después del libro sobre el Baleares, ¿cuál fue el tema que obtuvo mayor protagonismo?
R.- Sin duda, el Velódromo de Tirador. Hasta que empecé a investigar no sabía nada sobre este recinto ciclista, ni de la importancia que el ciclismo en pista tuvo en Mallorca durante décadas, más allá del ámbito deportivo. Descubrí que fue la pista más importante de España durante más de medio siglo y una de las más antiguas de Europa, que contribuyó a que Mallorca fuera la capital del ciclismo en pista mundial... en fin, un elemento muy singular, de gran valor y un caramelo para cualquier investigador del deporte: ¡había encontrado petróleo! Y no solo eso, para mi sorpresa, descubrí que el velódromo seguía en pie. Llevaba años destinado a desaparecer para completar el parque de Sa Falca Verda; pero ahí seguía, esperando la piqueta. Y entreví otra posibilidad: además de escribir su historia, podía contribuir a salvarlo como elemento histórico y patrimonial para la ciudad mediante la divulgación... si llegaba a tiempo, claro.

P.- Y llegó a tiempo de salvar Tirador...
R.- Tuve mucha suerte. Entre la crisis económica, los cambios de gobierno y recursos judiciales de los propietarios ante su expropiación, la pista seguía ahí. Muy degradada, pero en pie. Escribí varios artículos divulgativos sobre la historia de Tirador, que dieron a conocer su importancia a todos los niveles (no solo deportivo); pero lo más importante fue que, en 2015, el Ayuntamiento cambió de planes y decidió que la pista se conservaría en la futura zona verde, descartando el proyecto original de Sa Falca Verda. Tal vez si hubiese tardado un año más en ponerme o su expropiación se hubiese culminado antes, Tirador habría sido demolido. Ahora mismo derribarlo sería imposible, porque el conocimiento de la opinión pública ha cambiado radicalmente y para bien. En fin, un golpe de fortuna.

P.- ¿Y a partir de ahí?
R.- A partir de 2017 logré coger velocidad de crucero. Volví a Mallorca, con trabajo y temas familiares resueltos, y di salida a los temas que llevaba años trabajando. Terminé mi trabajo sobre Tirador y fue publicado por Illa Edicions, una pequeña editorial que confió plenamente en las posibilidades del libro. Salió para la Diada de Sant Jordi de 2018 y en la presentación participó el mismo alcalde de Palma, lo cual fue un honor. Sin duda, ha sido mi trabajo más ilusionante porque, como he comentado antes, además de la divulgación histórica inicial, el tema influye en la futura planificación urbanística de la ciudad, hasta el punto de modificar el diseño de la principal zona verde de la ciudad.

P.- ¿Otros temas que haya trabajado?
R.- Además de Tirador, decidí publicar el libro sobre las primeras décadas del fútbol balear. Dado que el libro de la Fundación de la FFIB iba a un ritmo más lento de lo previsto, decidí publicar el material de la etapa que había trabajado (es decir, de 1900 a 1940) en un formato muy diferente: el libro de la Fundación requería seguir unas pautas en cuanto a extensión que dejaron fuera contenidos que aquí sí he podido dar a conocer. Salió a finales de 2018 y, de esta manera, culminé las líneas de investigación principales que empecé siete años atrás, con mi libro sobre el Baleares. También he abordado otros temas más puntualmente, como la historia del fútbol femenino en Baleares, del SCD Independiente y la Fiesta del Pedal. Además de diversificar mi presencia mediante intervenciones en radio, atender entrevistas en la prensa local... en fin, tantas cosas que es difícil centrarse en una sola. Pero el balance es positivo porque ayuda a divulgar el trabajo propio y conoces a gente interesantísima.

P.- Nos falta el libro sobre el CD Consell...
R.- El libro sobre el Club Deportiu Consell fue algo inesperado, pero un chute de autoestima. Fue un encargo del periodista y escritor Miquel Vidal Perelló, quien quería escribir un libro de historia sobre el club de fútbol de su pueblo, Consell -que entonces presidía-, para conmemorar su centenario que se remonta a 1918. Vidal leyó mi libro sobre los orígenes del Atlètic Balears y creyó que yo era la persona idónea para escribir el libro conjuntamente, lo cual es un orgullo viniendo de alguien de su trayectoria profesional y con 20 títulos publicados. No me lo pensé dos veces y acepté el reto, sin dudarlo. Además, fue una prueba de fuego para mí, ya que lo escribimos en pocos meses: el ritmo de Miquel es endiablado y yo acostumbro a trabajar a un ritmo más pausado; prueba de ello es que fue el último libro que empecé y salió antes que otros. Una experiencia intensa, pero estimulante.

P.- ¿Como ha sido la recepción de sus trabajos?
R.- Siempre he sido consciente de que investigar sobre historia del deporte es un arma de doble filo. Por un lado está poco estudiado pero es original, llamativo y ofrece muchas posibilidades. Por otro lado, buena parte del aficionado común vive al día, es muy susceptible a los vaivenes emocionales y no valora el pasado de su club o su deporte como debería. Aun así tiene su público, muy agradecido y que compensa con creces el esfuerzo realizado. A nivel oficial las federaciones baleares de fútbol y ciclismo, con Miquel Bestard y Fernando Gilet al frente, siempre han mostrado sensibilidad y colaboración plena para difundir mi trabajo, e incluso he participado en algunos actos organizados por sus federaciones respectivas; lo mismo cabe decir del CD Consell. Por parte del Atlètic Balears, el interés institucional sigue siendo nulo porque carezco de padrins y no me apetece intrigar en capelletes.

P.- ¿Qué proyectos tiene a partir de ahora?
R.- En este momento tengo que decidir qué camino tomar. He culminado un ciclo de investigación que empecé hace ocho años con temas de historia del fútbol y ciclismo, que me han dado para cuatro libros (y un quinto en camino) y una veintena de artículos, que no está nada mal. A corto plazo mis principales objetivos van más allá de la investigación: colaborar en ver culminada la recuperación del Velódromo de Tirador (si no hay más retrasos, ya que hay elecciones por medio) y la conmemoración del centenario del Atlètic Balears (si hay voluntad, que está por ver). Ambas cosas en 2020, si todo va bien. Tal vez siga con temas sobre deporte, o quizá aborde algo sobre música clásica, mi verdadera afición desde siempre. Para mí es algo mucho más difícil por lo que significa a nivel personal. Es un reto, sin balón ni bicicleta, y hay que afrontarlo porque está ahí. Espero ganar...