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159. El Veloz Sport Balear, decano del fútbol balear

Cuadernos de Fútbol (núm. 83), 1 de enero de 2017

Antecedentes ¿qué era el Veloz Sport Balear?

El 1 de septiembre de 1896 se fundó en Palma (Mallorca) la sociedad Veloz Sport Balear, entidad trascendental en el desarrollo de la práctica deportiva en las Islas Baleares. Fue creada como una entidad dedicada al fomento del ciclismo, deporte que en aquellos años se había convertido en la más importante manifestación deportiva de Mallorca. Y así fue, salvo en las últimas décadas (hoy sobrevive aún, como un humilde club social); y también en sus primeros años, como veremos a continuación.

A finales del siglo XIX el deporte en las Islas Baleares era un exótico privilegio para clases acomodadas y se reducía a una práctica minoritaria, ociosa (poco o nada competitiva) y falto de un calendario de competición estable. Sin duda el deporte rey era el ciclismo (y lo siguió siendo durante varias décadas más); pero adolecía de unos altibajos en su práctica que desandaban los progresos logrados anteriormente. Las irregulares apetencias de sus practicantes, que se organizaban por moda o placer, eran el principal obstáculo para la implantación de una práctica deportiva regular. Si acaso la principal emoción estribaba en la rivalidad con el otro club velocipédico de la capital palmesana: el Círculo Ciclista, sociedad fundada unos meses después, en 1897. Los derbis entre los miembros de ambas entidades eran la principal emoción de una práctica deportiva incipiente basada en el ocio y la recreación.

Esta tónica era intrínseca de los socios del Veloz Sport Balear (a partir de ahora VSB); aunque practicaban habitualmente el ciclismo, con frecuencia hacían incursiones en otros deportes según sus apetencias. Así fueron haciendo incursiones en otras manifestaciones deportivas y recreativas a medida que éstas llegaban a las islas, lo cual también contribuía a tapar el vacío que dejaba el ciclismo cuando abandonaban su práctica. Esta tónica también fue propia de su principal rival: el Círculo Ciclista, sociedad fundada meses después, en 1897.

Este estado de cosas en el VSB se oficializó en 1903 cuando los estatutos modificaron la finalidad de la sociedad al sustituir el fomento del ciclismo por el deporte en todas sus formas. No hablamos de una modificación casual y tampoco es una fecha casual: pocos meses antes el fútbol había llegado a Mallorca y su práctica empezaba a hacer furor entre los deportistas de la isla; entre ellos los socios del VSB), que pronto se organizarían como equipo de fútbol. Podemos decir que fue el balompié quien dio el empuje definitivo a la regularización de un estado de cosas ya cotidiano.

El Velódromo del Tirador

Poco después de su fundación en 1896 la sociedad velocista adquirió unos terrenos para la construcción de un velódromo a las afueras de la ciudad (todavía circundada por las murallas medievales) en una zona de denominada El Tirador. Las obras empezaron a finales de 1898 y, después de sufrir varias interrupciones, el flamante Velódromo del Tirador (tomó el nombre de paraje, sin más) se inauguró solemnemente el 10 de agosto de 1903. Rápidamente adquirió el rango de principal pista ciclista de España por sus excelentes condiciones para su práctica y hasta su clausura (en 1973) albergó más de 80 campeonatos de España en pista en todas sus modalidades.

Pero además Tirador se convirtió en el centro neurálgico de la práctica deportiva en la ciudad, pues el espacio central rodeado por la pista (técnicamente denominado pelouse) y las gradas que la circundaban lo hacían ideal para cualquier deporte, tanto como protagonista como de espectador. En cuanto entró en funcionamiento Tirador disparó la actividad polideportiva del VSB y en poco tiempo se construyeron en terrenos anejos al velódromo una pista de patinaje, otra de tenis (ambas en 1904) y un campo de tiro (1905). Aparte del ciclismo en años sucesivos allí se desarrollaron competiciones de motociclismo, atletismo, patinaje, baloncesto, tiro al pichón, boxeo o colombofilia. Incluso elevaciones de globo aerostático, actuaciones musicales y actos festivos de cualquier signo. En definitiva, Tirador fue el principal espacio al aire libre durante décadas para actos deportivos y eventos sociales de Palma. Entre ellos el fútbol, a pesar de que la superficie de la entrepista no era suficientemente amplia para acoger un campo de medidas reglamentarias y fue un lastre importante (si no el que más) para el desarrollo óptimo del juego durante estos años.

Llegada del fútbol a Mallorca

En los primeros días de 1903 llegó el fútbol a Palma con la visita de un grupo de estudiantes universitarios barceloneses que, circunstancialmente y para la ocasión, se denominaron Club Barcelonés y jugaron tres partidos contra otro combinado mallorquín formado por socios del Círculo Ciclista. Para ello se fundó el primer equipo de la historia de Baleares: el Club España, sección de fútbol del Círculo Ciclista, que como hemos dicho era la entidad rival del VSB. Hasta la inauguración del Velódromo del Tirador los partidos de fútbol se jugaron en la entrepista del Velódromo de Son Espanyolet, pista de dimensiones y estructura más modesta que el futuro Tirador y que utilizaba el Círculo Ciclista en régimen de alquiler para sus socios.

La rivalidad Círculo Ciclista-VSB hacía inevitable que ambas entidades acabasen midiendo sus fuerzas también en el plano futbolístico; pero los velocistas no pudieron organizarse hasta agosto de 1903, cuando la inauguración de Tirador fue un hecho consumado. Por fin, en septiembre del mismo año la sección de fútbol del VSB daba sus primeros pasos. Gradualmente el conjunto velocista fue recortando la ventaja que tenía el Club España en calidad de equipo decano y más rodado; a su lado otros equipos de la época, faltos de medios y sin organización, apenas podían rivalizar con ellos y desaparecían tras breve vida.

El primer campeonato de Mallorca (1903-04)

Fruto de la creciente afición, el Club España decidió organizar el primer campeonato de Mallorca del que tenemos noticia; pero no fue disputado en su campo (Son Espanyolet) sino en el de su rival (Tirador), señal de que la pista recién inaugurada reunía unas condiciones mucho más favorables para el juego. El torneo fue disputado entre cuatro equipos de Palma y se impuso el VSB, culminando así el sorpasso deportivo a su rival. Dada la bisoñez de todos los protagonistas, la competición no estuvo exenta de polémicas: el Club España se retiró a medio torneo por una cuestión de polémica arbitral, dejando en bandeja el campeonato al VSB. De fondo subyacía la rivalidad entre ambas sociedades y, cómo no, la supremacía en el nuevo deporte de moda. En cualquier caso, los velocistas tomaban la delantera y ya no soltarían el testigo.

En octubre del mismo año se disputó en el Velódromo del Tirador el primer partido en Mallorca contra un equipo de la escuadra militar inglesa, el HMS Isis. Este tipo de partidos eran muy habituales en los diferentes puertos españoles dado el alto nivel conseguido por algunas tripulaciones británicas, por aquél entonces todavía superiores al primitivo nivel técnico del incipiente fútbol español. El VSB encajó una derrota (1–4) que ponía en evidencia el todavía discreto nivel del naciente fútbol insular. Y lo que es peor: en lugar de animar a sus practicantes a mejorar su juego los desanimaba hasta el abandono fácil, una actitud que se repetiría año tras año.

Fruto de esta desazón el Club España desapareció a finales de 1904, lo cual dejó al VSB como único referente futbolístico de la isla y de mucho el más potente enfrente de humildes conjuntos que aparecían y desaparecían sin ofrecer resistencia. Esto y la falta de alicientes hicieron que la afición decayese y el propio VSB muriera de éxito, cesando también su actividad hacia febrero de 1905 y con ello del incipiente fútbol insular.

Interín (1905-08)

Durante los cuatro años siguientes la actividad futbolística en Mallorca fue prácticamente nula. Solo hubo dos asomos de reactivación sin continuidad: en mayo de 1907, con un partido de homenaje al recién nacido heredero de la Corona entre dos combinados del VSB; y en febrero de 1908, con un partido del VSB contra un equipo de torpederos ingleses, saliendo ampliamente derrotados los locales (4–7).

Segunda etapa (1908-09) 

A mediados de 1908 el presidente y fundador del VSB, Miquel Mestre Font, dejaba el cargo. Ello coincidió con un verano en el que la afición al fútbol renació espontáneamente, fruto de los habituales vaivenes en las preferencias de los deportistas en función de modas o apetencias. Fuera por esto o por el cambio de presidente, la sección de fútbol del VSB se reactivó de nuevo colocándose nuevamente a la vanguardia del movimiento futbolístico (tampoco había con quién rivalizar, todo sea dicho). En octubre volvían los entrenamientos al Velódromo del Tirador y al mes siguiente la sociedad anunciaba la organización de un nuevo campeonato que se disputó entre diciembre de 1908 y enero de 1909 con el concurso de cinco equipos: cuatro de Palma y uno de Mahón, lo cual convierte a esta competición en la primera de ámbito balear. El VSB se proclamó campeón de Mallorca por segunda vez, pero perdió la final de Baleares a doble partido contra el Club Mahonés jugada en el Velódromo del Tirador el 31 de enero y el 2 de febrero de 1909 (1–0 y 2–1). La competición fue un éxito de público; pero volvió a reinar la indolencia, la falta de previsión y en poco tiempo la actividad futbolística quedó de nuevo reducida a partidos puntuales y sin continuidad.

Interín (1909-13)

Durante estos años el fútbol en las islas se redujo a algunos partidos aislados con un denominador común: el actor principal era siempre el VSB, que no tenía rival a nivel local ante numerosos conjuntos efímeros y escaso potencial, pero que ante rivales exteriores era vapuleado sin contemplaciones. Estas fueron sus actuaciones más destacadas:

Partidos benéficos
– Pro damnificados de los terremotos de Messina y Reggio (Italia) que había arrasado sendas ciudades el 28 de diciembre de 1908. Se jugó en enero de 1909 entre dos combinados del VSB. 
– Pro soldados mallorquines destinados en la guerra de Marruecos dentro de un festival deportivo celebrado en febrero de 1912. Se organizaron carreras pedestres, ciclistas y un partido de fútbol entre el VSB y el España (un equipo pergeñado para la ocasión que nada tenía que ver con el anterior Club España).

Semana Deportiva (1909-11)
El VSB como una de las sociedades más destacadas en su época participó activamente en las tres ediciones de la denominada Semana Deportiva, evento de carácter ferial, lúdico y deportivo celebrado por Fomento del Turismo en Palma entre 1909 y 1911. Los velocistas, aparte de las indispensables carreras ciclistas también organizaron un partido de fútbol en cada una de las tres ediciones. En las dos primeras ediciones se jugó en el Velódromo del Tirador sendos partidos entre dos combinados del VSB. En la edición de 1911 hubo cambio de escenario y de protagonistas: el VSB jugó en la explanada del muelle contra el FC Palma, otro de tantos efímeros rivales que se enfrentaron a los velocistas. En esta ocasión se jugó en un espacio de medidas reglamentarias, pero fue algo puntual y no supuso ningún precedente de cara a conseguir un campo de juego más adecuado.

Torneo del Centro Instructivo (Inca) (1910)
A principios de 1910 el fútbol enraizó temporalmente en la vecina ciudad de Inca a través de la sociedad Centro Instructivo. Ello les empujó a organizar un torneo que se disputó en el Velódromo del Tirador, posiblemente para facilitar la participación de equipos palmesanos. Jugado entre mayo y junio de 1910 con cinco equipos, fue tácitamente uno más de los campeonatos oficiosos disputados estos años a pesar de no llamarse como tal. Se interrumpió cuando estaba a punto de finalizar por motivos desconocidos cuando el VSB era virtualmente campeón y demostraba (una vez más) su superioridad.

Fiestas Constantinianas (1913)
El Velódromo del Tirador fue escenario de los actos deportivos de las Fiestas Constantinianas, celebradas por el Obispado de Mallorca en conmemoración del Edicto de tolerancia religiosa promulgado por el emperador Constantino el Grande en el año 313 DC. Disputóse un torneo de fútbol entre marzo y abril de ese año con equipos escolares (en el ámbito escolar el fútbol ya había cuajado) y concluyó con un partido entre dos combinados del VSB.

Partidos contra escuadras navales extranjeras (1910-13)
La piedra de toque que calibraba el nivel real del fútbol insular eran los partidos contra los equipos de escuadras navales extranjeras. En ellos el VSB, año tras año, salía escaldado sin remisión: 
– Contra el británico HMS Cumberland (0–4) en octubre de 1910. 
– Contra el británico HMS Essex (0–5) en abril de 1911. 
– Contra el alemán SMS Hansa (0–5) en septiembre de 1913.
Estas derrotas venían seguidas de largos periodos de inactividad y de desánimo, lo cual mostraba que el estamento futbolístico isleño adolecía de un estado tan frágil como intermitente y de una nula visión organizativa para el desarrollo de la práctica futbolística. 

Tercera etapa (1913)

Entre 1913 y 1917 fue presidente del VSB Ignasi Seguí Solivelles (1869-1943), quien dio una pujanza a la sociedad hasta entonces inaudita. Durante su mandato el VSB adoptó un carácter polifacético al incorporar actividades de carácter artístico (en 1915 absorbió el Círculo de Bellas Artes) y el velódromo acogió cada año los campeonatos de España y Baleares de ciclismo en pista sin apenas interrupción. Esto convirtió al Tirador en el baluarte del ciclismo español y, de facto, al VSB en la sociedad ciclista más poderosa del Estado.

Seguí, en su afán por convertir al VSB en una entidad puntera en todos los ámbitos, también se preocupó por el fútbol. Así, a finales de 1913 el VSB organizó un nuevo Campeonato de Baleares. Un tanto descafeinado, porque se inscribieron nueve equipos; pero únicamente de Palma. Fue interrumpido cuando el VSB iba líder para que los velocistas disputaran dos partidos contra el Athletic Foot-Ball Club de Sabadell. Se trataba del primer club peninsular que jugaba en el archipiélago y la expectación era enorme. Los resultados obtenidos (2–4 y 1–5) desalentaron a los jugadores y, una vez más, el desánimo cundió. Tanto fue así que el Campeonato de Baleares no se reanudó y el VSB finiquitó esta etapa después de apenas unos meses. Nuevamente cundía la apatía y las fuerzas vivas se desperdigaban ante el mínimo obstáculo.

Interín (1913-15)

Durante casi dos años la afición estuvo nuevamente inactiva y no aparecía nadie más, aparte del VSB, que agarrara el testigo. Para reanimar la situación en abril de 1915 el VSB trajo a otro equipo peninsular: el Regional Foot-Ball Club de Valencia, que disputó dos partidos en el velódromo: uno contra el VSB y otro contra el Palmesano FC (otro conjunto que fue flor de un día). Ambos equipos fueron vapuleados (1–7 y 1–6) y como era de esperar el desánimo persistió.

Cuarta etapa (1915-17)

A finales de 1915 hubo un nuevo repunte de la práctica futbolística en Palma (tan aleatorio e inconstante como los anteriores) y el VSB aprovechó para organizar un nuevo Campeonato de Baleares que se celebró entre diciembre de 1915 y mayo de 1916 con participación de ocho equipos (siete de Palma y el campeón de Menorca, el Mahón FC). El VSB participó con dos equipos, el Veloz (primer equipo) y el X (segundo o reserva). Ambos equipos velocistas se impusieron claramente en la fase de Mallorca: el primer equipo campeonó y el X quedó segundo. Posteriormente, en la final del Campeonato de Baleares el VSB se proclamó campeón por renuncia del campeón de Menorca, el Mahón FC. Nuevamente hubo polémica, ya que los mahoneses acusaron a los velocistas de reforzarse con jugadores peninsulares poco antes de la final. Una vez más, la falta de una norma federativa, la improvisación y la arbitrariedad impidieron celebrar una competición en condiciones.

A rebufo del éxito de público, durante el campeonato el VSB concertó dos partidos interregionales contra el Centro de Sports Manresa, el primero en Palma (marzo) y dos más en Manresa (abril): sin saberlo, esta sería la primera y última incursión del VSB fuera de la isla.

El principio del fin: nacimiento de la RS Alfonso XIII FC (1916)

Mientras se jugaba el Campeonato de Baleares aconteció un hecho clave: en febrero de 1916 se fundó en Palma un nuevo club, la Real Sociedad Alfonso XIII Foot-Ball Club (actual RCD Mallorca), hecho que supuso el principio del fin del VSB como dominador del fútbol en Mallorca. El club alfonsino nació con una planificación que el VSB, hasta entonces, no había sido capaz de implementar para desarrollar efectivamente el fútbol como deporte moderno: lograr un terreno de juego de medidas reglamentarias, organización de preparación física y táctica específica para el deporte de la pelota y establecer un calendario regular de partidos. Ni más ni menos; pero funcionó.

Pronto surgió la rivalidad entre ambas sociedades por ostentar el dominio futbolístico en Mallorca: la RS Alfonso XIII estrenó su campo de Buenos Aires con un partido contra el reserva del FC Barcelona (0–5) y le llegaban efectivos humanos de toda la ciudad… incluidos jugadores del VSB. La fricción entre ambas sociedades estaba servida.

Paralelamente al Campeonato de Baleares y aprovechando el renacimiento de la afición futbolística, el VSB organizó otro torneo llamado Copa Darder Hermanos entre marzo y junio de 1916 para segundos equipos, es decir, filiales o de base. Se inscribieron nueve equipos, entre ellos uno vinculado al VSB (teóricamente, el favorito) y cuatro de la RS Alfonso XIII FC. Tanto el campeón como el subcampeón fueron equipos vinculados a los alfonsinos, mientras el equipo velocista se conformaba con la tercera plaza. Estaba claro que la recién fundada RS Alfonso XIII FC progresaba a pasos agigantados y acechaba el dominio de los velocistas. El choque de trenes era inevitable.

Y las hostilidades estallaron en el primer partido entre sus equipos titulares, un 28 de mayo de 1916, en el campo de Buenos Aires propiedad de la RS Alfonso XIII FC, que acabó abruptamente antes del descanso (1–0 para los alfonsinos) con una monumental batalla campal entre los jugadores de ambos equipos y el público por medio. Ante estos hechos el VSB, ante los crecientes problemas que la sección le estaba dando, decidió cortar por lo sano y disolvió la sección de fútbol poco después. Parte de sus jugadores fueron a parar al mismo club alfonsino y el resto se reorganizaron al calor de otra sociedad palmesana de carácter recreativo: La Veda. Aún así, el fútbol no desapareció del todo del seno del VSB: se mantuvieron un par de equipos de base, pero fuera de la primera fila competitiva. Ambos desaparecieron definitivamente hacia abril de 1917.

La Veda (1916-17)

Como hemos comentado, cuando la sociedad VSB decidió cerrar la sección de fútbol parte de los jugadores se decantaron por emigrar al equipo alfonsino; sin embargo, otros, prefirieron seguir haciéndoles frente cobijados bajo otra entidad: La Veda, sociedad recreativa fundada en 1900 dedicada a la caza y el tiro (avatares de la vida: en 1976 La Veda y el VSB se unieron en una sola sociedad para sobrevivir, y así hasta hoy).

Pronto quedó claro que La Veda apostaba fuerte por la sección. En agosto de 1916 ya se habían organizado dos equipos; en noviembre la sociedad ya disponía de un terreno de juego de medidas reglamentarias, que fue estrenado un mes después contra un viejo conocido: el CS Manresa (que se impuso en ambos encuentros) al que los vedistas le devolvieron la visita en enero de 1917. Desde marzo del mismo año la sociedad incorporó un tercer equipo, posiblemente con los restos del fútbol base del VSB que dejó de competir justo en esas fechas. Los ex-velocistas, ahora vedistas, enfilaban un futuro prometedor y todo indicaba que serían una firme alternativa a la emergente RS Alfonso XIII FC.

Campeonato de Mallorca (1917)

Pero cuando mejor pintaban las cosas, la inconstancia y la debilidad ante las dificultades hicieron nuevamente mella cuando la RS Alfonso XIII organizó el Campeonato de Mallorca entre abril y mayo de 1917. Solo se apuntaron cuatro equipos: dos de la RS Alfonso XIII y dos de La Veda (titular y reserva respectivamente). Sería un duelo en la cumbre entre ambos; pero el campeonato no acabó porque los equipos de La Veda se retiraron antes de finalizar cuando perdieron toda opción de ganar el torneo. Y no solo eso: a los pocos días, la sección de fútbol de La Veda dejaba de existir.

Interín (1917-1920) 

Volviendo al VSB, entre 1917 y 1921 fue presidente Joaquim Pascual Pujol (+1922) quien intentó continuar la gestión de su predecesor caracterizada por el fomento de actividades artísticas y culturales, así como la organización de los campeonatos de España y Baleares de ciclismo con una periodicidad casi anual. Pero a diferencia de aquél no mostró interés por mantener otras secciones deportivas aparte del ciclismo hasta bien avanzado su mandato (a mediados de 1920) y el fútbol en la sociedad velocista quedó aparcado durante tres años. Periodo que sirvió a la RS Alfonso XIII FC para consolidarse sin oposición y marcar distancias, pues no surgió alternativa alguna que les hiciese sombra.

Quinta etapa (1920-22)

A principios de 1920 el fútbol resurgía con fuerza en Mallorca. Una vez más, pues todavía sin organización federativa y sujeto a constantes vaivenes, en las islas tan pronto se vivían momentos de euforia como de total apatía. Fruto de este momento de auge, en abril de 1920 el VSB decide recuperar la sección y poco después el equipo ya jugaba a razón de un partido semanal: un nivel de actividad acorde con la febril actividad futbolística del momento, pero mucho más intenso que en etapas anteriores de la sección. Tal es la actividad que el VSB forma dos conjuntos: el primer equipo (Veloz), el filial o reserva (Sport) y pretende formar un tercero (que, evidentemente, se hubiese llamado Balear) que no llega a formarse.

El VSB se inscribió en la Copa Ayuntamiento, competición disputada entre febrero y julio de 1921 que fue el torneo más importante de aquellos años pre-federativos con el concurso de nueve equipos de la capital. Fue organizada por la RS Alfonso XIII y se jugó en su campo de Buenos Aires, demostrando los alfonsinos una superioridad aplastante sobre el resto de rivales. A pesar de eso, el VSB hizo un buen papel: el primer equipo quedó tercero (perdió el segundo puesto en la última jornada en favor del Baleares FC) y el filial fue subcampeón en el torneo de equipos reservas. Pero de nuevo la sección pecó de irregularidad y dejó de funcionar al poco de finalizar la competición.

Interín (1921-24)

En esta ocasión la desaparición de la sección de fútbol tuvo su razón de ser: la crisis institucional que padeció el VSB a causa de la descalificación del Velódromo del Tirador por la UVE (Unión Velocipédica Española) entre octubre del 1921 y marzo del 1925 (las razones son complejas y exceden los objetivos del presente artículo) que privaron a la entidad de seguir organizando pruebas ciclistas oficiales y de primer nivel. Es muy posible que la entidad en bloque se viese afectada por una sentencia que cercenaba de raíz su principal actividad y, de rebote, el resto de secciones dejasen de funcionar con normalidad, presa del desánimo y del desconcierto.

Lo peor de todo fue que este golpe coincidió con el despegue definitivo de la actividad futbolística de Mallorca. Entre 1921 y 1923 afloran en Mallorca las primeras sociedades exclusivamente futbolísticas, debidamente organizadas y disciplinadas, así como los primeros campos con medidas reglamentarias. El VSB, sumido en el desánimo y el desconcierto, permaneció al margen de este proceso y quedó irremisiblemente descolgado en un momento clave. 

Sexta y última etapa (1924-26)

A principios de 1924 el equipo de fútbol del VSB vuelve a existir. La sanción de la UVE seguía vigente y le impedía celebrar cualquier tipo de prueba ciclista, así como sancionar a aquellos que tomasen parte en ellas. De resultas de ello el VSB vuelve a adoptar una táctica de diversificación para reactivar la actividad deportiva del Velódromo del Tirador, que había permanecido prácticamente desierto desde entonces.

Pero los tiempos ya eran muy diferentes: en 1923 se había organizado el denominado Comité Provincial Balear, organismo federativo vinculado a la Federación Catalana de Fútbol, que organizaba los campeonatos insulares de Mallorca y Menorca (en Ibiza y Formentera apenas hubo organización federativa hasta mucho después). Detrás de él ya existía una jerarquía de clubes consolidada en Mallorca, encabezada en Palma por el RS Alfonso XIII (actual RCD Mallorca) y el Baleares FC (actual CD Atlètic Balears) con medios y afición crecientes, además de otros pequeños clubes como el Regional FC, el Athletic FC o el Mediterráneo FC entre otros muchos. Abrirse paso para volver a un primer plano deportivo se había convertido en una tarea casi imposible: para el VSB nada iba a ser como antes.

En esta etapa el VSB solo alcanza a jugar partidos amistosos contra equipos pequeños. Nunca llega a federarse (por tanto, jamás ha disputado un partido de liga) y en todo momento estuvo lejos del nivel de los grandes equipos, con quienes no disputa ningún enfrentamiento directo. El equipo fue espaciando gradualmente sus intervenciones durante 1925 y, aunque llegó a disputar un último partido contra un equipo de la escuadra inglesa (2–4), nunca se mostró fuerte.

A principios de 1926 llegó su última oportunidad: la sociedad velocista barajó adquirir un terreno de juego reglamentario cercano al velódromo; pero la sanción que pesaba sobre el VSB ya había sido levantada y el ciclismo volvía a ser pujante: las prioridades estaban claras. La compra no se materializó y esto fue la puntilla para una sección que agonizaba. Sus últimos partidos datan de febrero y poco después desapareció definitivamente. A partir de entonces el VSB se convirtió, ahora sí, en una sociedad eminentemente ciclista. Objetivo para el cual nació y en el que mantuvo un papel de liderazgo hasta los años 60.

Epílogo

A principios de 1942 el VSB dio un giro a su política interna y decidió reimpulsar la creación de secciones deportivas para compensar una crisis temporal que sufría la organización de pruebas ciclistas en el velódromo. Fueron creadas las secciones de baloncesto, hockey sobre patines y volvieron a celebrarse espectáculos artísticos en la pista (entre otros actuó Pepe Marchena); pero el fútbol ya no apareció. El vigor que tenía la competición futbolística y la pujanza de los clubes de fútbol de la ciudad hacían imposible el retorno del VSB a un primer nivel competitivo: no había espacio que ocupar, ni siquiera en un segundo plano. Al poco tiempo el ciclismo volvió por sus fueros y recuperó la exclusividad (tan solo resistió el baloncesto, hasta desaparecer en 1946). No fue hasta los años 90 que el VSB tuvo sendos equipos de voleibol masculino y femenino; pero los tiempos ya eran muy distintos. En cualquier caso, el fútbol no volvió nunca más al seno del VSB. 

Conclusiones

El VSB fue el conjunto de fútbol más poderoso de Mallorca durante más de una década, de 1903 a 1916 (Menorca fue otra historia y en las Pitiusas no hubo actividad hasta unos años después). Durante esa época la entrepista del Velódromo del Tirador se mantuvo como único terreno de juego apto para la práctica futbolística que existió en Palma y que usaba tanto el VSB como cualquier otro conjunto mallorquín.

Los velocistas se mantuvieron en esta privilegiada posición más por ausencia de alternativas que por méritos propios, a pesar de su endémica irregularidad y que su práctica estaba siempre supeditada al calendario de competiciones ciclistas celebradas en el Tirador. Esta situación se mantuvo a pesar de su irregularidad endémica, de carecer de preparación específica, de la falta de un calendario de competición, de un estamento federativo y de que tampoco gestionó la adquisición de un terreno de juego reglamentario. Todo esto mantuvo al VSB en un nivel de juego permanentemente embrionario, estancado y muy primitivo. La ausencia de alternativas sólidas colaboró a mantener esta situación de acomodo sin solución de continuidad.

Los partidos del VSB contra combinados de la escuadra inglesa o alemana y contra clubes de la península no hacían más que constatar, año tras año, esta cruda realidad sin que el VSB diese el salto cualitativo necesario para ponerle remedio. Solo el surgimiento una alternativa firme (la RS Alfonso XIII FC, en 1916) rompió este círculo vicioso para dar un verdadero salto cualitativo que culminaría años después con la implantación de la competición federada en las Islas Baleares a partir de 1923. El VSB fue futbolísticamente un líder deportivo tan indiscutible como endeble, un ídolo con pies de barro que cayó cuando alguien puso unas mínimas bases para que el fútbol pudiera desarrollarse adecuadamente en Baleares.